Luego de recorrer Chile en bicicleta, primero desde Santiago a Punta Arenas el año 2014, el territorio chileno de Tierra del Fuego el 2015 y finalmente desde Punta Arenas hasta Visviri en el año 2017-2018 puedo decir que he adquirido un poco de experiencia recorriendo zonas agrestes y caminos rurales en modo de ciclo viajero. Mi tendencia no es a buscar los lugares más concurridos o más turísticos, mi motivación siempre ha sido conocer lo que no se conoce mucho, lo que no todos ven y donde no hay mucho turismo, es allí donde encuentro gran riqueza en los habitantes de zonas aisladas y donde se puede dar rienda suelta a todos los conocimientos adquiridos en experiencias anteriores.
Es por esto que luego de recorrer todo el sur de Chile, Chile central y luego de cruzar el Desierto de Atacama decidí que la ruta a seguir era la Ruta Andina en el altiplano Chileno. Siguiendo mi propio juicio, y contradiciendo a todos los que me decían que tenía que seguir por Bolivia para visitar las atracciones turísticas del área, salí de Calama sin saber muy bien si todo lo que me contaban del altiplano era cierto o no; caminos en mal estado, falta de comunicación, escasez de agua y de habitantes y alta presencia de burreros y contrabandistas. Sin embargo, la belleza escénica y atractivos naturales que se lograban divisar tímidamente por Internet y el aislamiento de la misma ruta significaban un atractivo enorme para mi y mis ganas de conocer aquello que no todos ven.
Así emprendí rumbo norte desde Calama, preparado para extensas jornadas de pedaleo sin abastecimiento alguno por varios días, con mucho peso sobre la bicicleta y por cuestas eternas por caminos en mal estado. Lo que encontré superó con creces todos los presagios entregados por los entendedores del altiplano. La travesía fue extremadamente difícil y desde mi apreciación personal es una de las rutas más difíciles que se pueden encontrar en el territorio chileno. Caminos en pésimo estado, tormentas eléctricas, socavones a la orden del día gracias al invierno altiplánico, trampas de arena y cuestas sin fin que se hacen de sobremanera difíciles debido a la altura de la Cordillera de los Andes y lo anteriormente mencionado.
Es debido a esta dificultad y a la falta de abastecimiento tanto de alimentación como de agua, es que luego de terminar la travesía decidí escribir una guía técnica acerca de la ruta con el fin de instar a más ciclo viajeros y viajeros en general a conocer nuestro territorio nacional. La belleza natural y los atractivos que ofrecen La Ruta Andina son un imperdible para todo aquel amante de la naturaleza y especialmente para aquellos que se deleitan de los viajes en bicicleta y de la vida al aire libre. Salares, montañas, aguas termales y poblados únicos son la tónica de la ruta. La guía se encuentra en formato PDF para descargar en el link de más abajo. Esperando que la guía sea de utilidad para aquellos que se aventuren a conocer el altiplano y puedan sacar la mayor cantidad de información de la misma para que así su viaje no sea tan duro y difícil como lo fue para mí.